OESSP 25/02/18. Escribe: Giovanna Rivera. “No solo es el tema de comer sano, sino de construir relaciones distintas con el alimento, con quien lo produce y como tú te vinculas”. Esta máxima es asumida como una orientación de la Comunidad A.M.A. Un grupo de amigos de diferentes distritos de la ciudad de Lima, que queriendo comer sano y en una apuesta económico solidaria por la defensa y promoción de la autonomía alimentaria, productora y distributiva, decide organizarse como consumidores y entrar en contacto directo con productores agroecológicos.
La organización interna de la Comunidad A.M.A es desenvuelta a través de seis círculos de trabajo: Huertos, Educa, Ahorro - Qollqe Qollqa, Tienda A.M.A, Visita Productores y la Canasta. Los círculos tienen dos enlaces de comunicación que permiten articular su acción conjunta.
Luna Contreras, Consuelo Romero, Daniela Arauco y Jorge Cerrón, son los encargados del círculo Canasta de la Comunidad A.M.A, que es una apuesta autogestionaria y económico solidaria, mediante la cual se busca lograr una relación cercana con las y los productores y generar lazos de solidaridad, aún no han logrado dichas relaciones con todos las y los productores; pero están encaminados a ello. Luna nos refiere: “Cosechar esta relación implica entender que no es una relación comercial de cliente y vendedor, sino somos amigos”. Como resultado de esta labor han logrado la vinculación de las y los productores con la Canasta, de esta manera intentan romper la barrera entre productor y consumidor. Gracias a ello, en la actualidad dentro de la Comunidad A.M.A podemos encontrar productores dentro de los círculos, quienes están inmersos en los distintos procesos realizados por la comunidad, aportando con ideas, iniciativas, ganas de hacer cosas.
Actualmente las principales organizaciones con las que trabajan son la Asociación Ecosumaq y la Red Prausa, ambas organizaciones de productores y productoras del valle de Lurín, en Lima; Oro Verde de la región San Martín y Productores Chinchaypucquio de la región Cusco.
Apostar por una relación distinta con nuestros alimentos, no solo es una relación con lo nutricional o comer sano, tiene que ver sobre todo con conocer el rostro del productor que está detrás del alimento que consumimos. Este vínculo plantea una relación afectiva que va más allá del alimento y descubre a las personas que son las responsables de proprocionarnos el mismo.
El cómo lograr pequeños cambios en lo cotidiano, no discursos generales, porque los discursos todos los inventamos y asumimos de manera fácil; el cómo aterrizar y realizar en la práctica cotidiana transformaciones reales, son las interrogantes que las y los integrantes de la Canasta de la Comunidad A.M.A. asumen y que intentan responder a través de su experiencia de organización de consumidores.
Ser parte de la Comunidad A.M.A. o apoyarlos y participar con ellas y ellos, es más que solo estar preocupado o preocupada por el cuidado de nuestro cuerpo o asumir un estilo de vida saludable, es apoyar todo un proyecto de lucha, de trabajo por reivindicar un tipo de modelo distinto de vida. Hablar de la comunidad del buen comer tiene que ver con recuperar todos estos sentidos, importantes desde lo cotidiano y desde lo que significa el alimento visto desde una perspectiva más integral. Es que realmente somos lo que comemos y la manera en la que nos comportamos y vivimos está relación también con el alimento y con las y los que lo producen.
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