OESSP 02/06/18. Escribe: Jazmín Goicochea. “Es el momento de romper con las rejas del eurocentrismo y de preparar la otra historia, la que resultará de las grandes luchas que ya están a la vista. ¡Esa historia puede ser nuestra historia!”. Estas palabras fueron escritas por Aníbal Quijano en un texto del año 2014. Lamentamos su fallecimiento pero al mismo tiempo recordamos sus ideas, en particular en su caso, porque fue uno de los pensadores más reconocidos de las Ciencias Sociales latinoamericanas de las últimas décadas.
Quijano, ancashino, nacido en Yanama, provincia de Yungay, en 1928. Fue un sociólogo y teórico relevante por sus aportes desde temas diversos, que van desde la marginalidad hasta la colonialidad del poder y el saber.
La vida de Aníbal Quijano se encontró marcada por dos cosas: La construcción de conocimiento y una amplia participación en espacios organizativos de la lucha revolucionaria. Ambas ligadas a una respuesta frente a los estragos del capitalismo.
Estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde ingresó en 1948, y participó en política universitaria asumiendo una posición socialista y revolucionaria. Sus ideas y acciones -producto de su auto-formación- en contra del capitalismo le costaron la cárcel.
Tras ello, junto a algunos intelectuales críticos como Julio Cotler, César Germaná, Felipe Portocarrero, Rodrigo Montoya, Roberto Arroyo, Heraclio Bonilla, crearon la revista Sociedad y Política, la cual se proclamó marxista, socialista revolucionaria.
Luego fundó y participó como militante en el Movimiento Revolucionario Socialista (MRS), que logró articularse a núcleos obreros, organizaciones de pueblos originarios, gremios campesinos, movimientos urbano populares y estudiantiles, de diversas regiones del país y, sobretodo, desenvolvió una acción en la forja de la Comunidad Urbana Autogestionaria de Villa El Salvador (CUAVES).
Durante los 90’, Quijano dedicó gran parte de su tiempo a construir la teoría de la colonialidad del poder, justamente en medio de la dictadura fujimorista y con ello la imposición del neoliberalismo en nuestro país sin oposición organizada. Quijano fue muy crítico a este gobierno y, sobretodo, muy crítico a la intervención de las fuerzas armadas en su alma mater, por lo que presenta su dimisión en 1995 como protesta.
Aníbal Quijano, ejerció como docente en las escuelas de Comunicación Social y Sociología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, así como de otras instituciones universitarias en América Latina, Europa y EE.UU. En todos los espacios en los que participó expresó su crítica a las relaciones de explotación económica, social y cultural del capitalismo; así como evidenció su preocupación ética por la verdadera democratización de las sociedades latinoamericanas.
Fotografía: Tomada del diario La República.