Coronavirus, Estado y solidaridad desde la sociedad peruana

OESSP 19/3/20. Escribe: Alexandra Reyes. Hace unos días en la ciudad del Cusco, comerciantes adoptaron como medida de prevención para evitar la propagación del Coronavirus, colocar bidones de agua y jabón líquido, con treinta módulos de aseo, a fin de facilitar que las y los ciudadanos que lo requirieran pudieran lavarse las manos. Una de las comerciantes expresó:  “tenemos que concientizar, ya que está en nuestro lado evitar la enfermedad”. Acciones como esta vienen repitiéndose en todo nuestro país, dan una luz de esperanza y dejan un gran mensaje de cooperativismo y solidaridad.

Recordemos, el día domingo 15 de marzo, el gobierno peruano declaró el estado de emergencia para tratar de frenar el aumento de infectados por el Coronavirus, ante esta situación los llamados a la reflexión en torno a la necesidad de prevenir la propagación del Covid-19 se multiplicaron desde diversos sectores de la sociedad.

El día lunes 16, en conferencia de prensa, el presidente Vizcarra reafirmó las medidas de cuarentena, las cuales implican que la ciudadanía permanezca en sus domicilios y se den permisos especiales para adquirir productos de primera necesidad y medicamentos.  En medio de su discurso, el presidente, llamó a la reflexión, la solidaridad y la necesidad de enfrentar juntos este problema de salud pública.

“Decirles que esta enfermedad nos está haciendo reflexionar a todos sobre actitudes no muy convenientes que hemos tenido, no solo los peruanos, en general, como sociedad. Actitudes quizá muy individualistas, hasta de egoísmo que nos han llevado a este tipo de circunstancia” -afirmó el presidente Vizcarra-.

El día miercoles 18, el gobierno decretó el toque de queda, restringiendo aún más la libre movilidad de la ciudadanía, entre las 20:00 p.m. de la noche y 5:00 a.m. de la mañana.

En el Perú hay muchas personas que no cuentan con los servicios básicos, como acceso a agua potable o energía eléctrica, familias que generan ingresos diarios en función a sus actividades, ya sea como pequeños comerciantes, ambulantes, taxistas, independientes o autónomos. Todavía es evidente la brecha de desigualdad social en la que vivimos. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática, en nuestro país uno de cada tres peruanos no tiene acceso a agua potable, alrededor de una cuarta parte no tiene ningun tipo de seguro de salud y el sector informal incorpora casi ocho de cada diez trabajadores de la población económicamente activa.

Es por ello que el presidente informó que las familias en pobreza y pobreza extrema, determinados por el SISFOH, serian beneficiadas con un pequeño bono de S/. 380.00 soles, para que así puedan cumplir con el aislamiento social y evitar el contagio del Coronavirus.

Las medidas asumidas desde el gobierno vienen siendo acompañadas de gestos diversos, desde la sociedad, no en todos los casos apoyando sus medidas; pero si en muchos respaldándolas e incluso dando muestras donde la solidaridad es el valor central.

La pastelería San Antonio, del distrito de Miraflores, de la ciudad de Lima, priorizó la salud de sus trabajadores, al decidir cerrar temporalmente sus actividades, sin dejar de pagarles sus utilidades y sueldos.

Antamina, empresa minera, ubicada en la región Ancash, optó por enviar a sus hogares a trabajadores considerados como grupo de riesgo, mientras tanto mantenerse solo con el personal mínimo indispensable, de acuerdo a lo dispuesto por el Ministerio de Energía y Minas. También, habilitó nuevos comedores para reducir el número de personas a la hora del consumo de alimentos y mantener la distancia respectiva.

De igual modo, en otras empresas se ha establecido el teletrabajo y brindado las facilidades necesarias para no exponerse al riesgo de salir de casa.

En la región de Junín, un pequeño comercio, tuvo el gesto de poner un stand con alimentos gratuitos para los soldados de las fuerzas armadas en reconocimiento a su esfuerzo.

Muchas ciudadanas y ciudadanos en algunos distritos de Lima salieron a sus balcones y aplaudieron a policías, miembros del ejército, bomberos, personal de serenazgo y de salud, como forma de agradecimiento por la labor que cumplen para que se respeten las disposiciones de prevención y cuidado de la salud pública.

Asimismo, en algunos edificios y departamentos de la ciudad de Lima, las y los propietarios e inquilinos, se organizan de manera espontanea y voluntaria para realizar las compras a las personas adultas mayores, que son más vulnerables y no pueden salir a la calle, a fin de garantizarles su bienestar y cuidado.

Son diversas las acciones que estamos presenciando, se han abierto cursos virtuales de lenguaje de señas, yoga, música, dibujo, bibliotecas digitales y todo ello totalmente gratuito, también algunos profesionales de diferentes carreras están brindando soporte e información sumamente valiosa para todas y todos, para con esto contribuir a que las y los ciudadanos permanezcan en sus casas.

Todos estas acciones son  dignas de imitar y deberían tenerlas presente, especialmente, las personas que tienen a su cargo trabajadores. El desafío es darnos cuenta que no solamente son acciones del estado las que se necesitan, sino que es ineludible enfrentarlo como sociedad y de manera comunitaria.

Creo que todas y todos podemos hacer que se respeten las medidas, como por ejemplo, si salimos a comprar, pedir que se haga una fila y mantener el metro de distancia, respetar el orden y cuidarnos, son formas de evitar el contagio. Lo que estamos viviendo es histórico a nivel mundial, tomemos en cuenta que cada una de las acciones que tomemos ahora afectará a todo el planeta y si lo hacemos de forma consciente todos juntos, avanzaremos más rápido.

Sabemos que en nuestro país hay diversas problemáticas de desigualdad, que vienen desde hace mucho tiempo y lo que brinda el estado es insuficiente; pero con solo quejarnos no solucionaremos el problema, es así que es necesario hacer un sacrificio, dejemos de  construir muros mentales, trabajemos desde la empatía y responsabilidad, si tenemos la posibilidad de ayudar a alguien, hagámoslo, son tiempos difíciles y vendrán más días complicados, no nos cuesta nada preguntar si algún vecino o familiar le hace falta algo, si hay personas que requieren nuestra ayuda, cooperemos y organicémonos. Si no ponemos todos de nuestra parte, resistir y enfrentar este problema será más difícil. Sin embargo, si de lo contrario desarrollamos la capacidad creativa para generar estrategias donde la solidaridad este presente, será un pequeño avance. Por lo tanto, depende de nosotras y nosotros aportar a la solución de esta pandemia.

Fotografía: Depor.com


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