OESSP 17/02/17. Escribe: Enabi Cortez Fernández. Hace ya casi un mes, se desbordó el río Huaycoloro, ubicado en el límite de los distritos de San Juan de Lurigancho y Lurigancho-Chosica, al Este de la ciudad de Lima, Perú. El Perú ha estado sufirendo en los últimos meses una arremetida de lluvias intensas y deslizamientos que han afectado a miles de familias. La magnitud del desborde vivido en San Juan de Lurigancho y Lurigancho-Chosica afectó a tres distritos: San Juan de Lurigancho, Lurigancho-Chosica y Rímac. Siendo uno de los lugares más afectados las zonas de Campoy y Zárate, ubicadas en San Juan de Lurigancho, porque las personas que viven ahí y las autoridades no habían tomado ninguna precaución.
Actualmente la zona cercana al río Huaycoloro es bastante vulnerable, por ello, según los pobladores, sobre todo de Tres Compuertas, consideran que la acción de las autoridades no es suficiente.
Ante este desastre, los vecinos y los pobladores de las zonas afectadas, han expresado su solidaridad, reflejada en la organización de diversas acciones ante el desastre. Si bien las varias juntas directivas que existen en todos los barrios de la zona de Campoy, reconocen que no están articuladas entre si, esta necesidad los ha llevado a articularse y desplegar esfuerzos compartidos, principalmente al apoyo de los más afectados, con víveres, donativos, brindando alguna habitación a los que tienen sus viviendas muy dañadas, apoyando la compra de sacos de arena como medio de prevención o en la labor de limpieza de calles.
Este tipo de desastre hace que se genera diversas formas de solidaridad y se transcienda de alguna manera en la consciencia de los pobladores, generando una cooperación entre ellos y personas externas.
Diferentes instituciones como organizaciones no gubernamentales, empresas privadas, jóvenes voluntarios e incluso algunas federaciones de estudiantes de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle La Cantuta y de la Univeridad Nacional Mayor de San Marcos se han hecho parte de este problema, sumándose al esfuerzo colectivo con el aporte de víveres y también ropa para los más afectados del lugar, generando vínculos intensos con la población.
Este desastre que ha ocurrido en la zona de Campoy y que también se está dando en muchos lugares del Perú, muestra de alguna manera lo importante de la autorganización de los pobladores y el peso que adquiere la cooperación para poder salir de este tipo de problemas, lo cual hace que los vecinos afiancen sus vínculos con la comunidad y se comprometan en acciones que permitan generar cambios y bienestar general.
Actualmente se tiene la alerta de posibles nuevos desbordes hasta el mes de abril, particularmente, en las zonas de Campoy y Zárate, y si bien la Municipalidad Metropolitana de Lima, la Municiplaidad Distrital de San Juan de Lurigancho, la Policía Nacional del Perú, el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú, junto a otras diversas instituciones, siguen trabajando para enfrentar el desastre, las relaciones de solidaridad y cooperación de las y los pobladores de las zonas afectadas también vienen fortaleciéndose crecientemente en medio de la crisis. Algo así como si fuera un huayco de solidaridad, y que de seguro no esta carente de tensiones y conflictos; pero que demuestra que estaba invisible para la mayoría y ahora en medio del problema colectivo emerge: La cooperación basada en la solidaridad.
Foto: Mauricio Malca, diario La República, 1 de febrero de 2017.